El especialistas llama a incorporar el entrenamiento físico como parte del autocuidado
femenino para prevenir osteoporosis, sarcopenia y otras enfermedades crónicas.
La menopausia es una etapa natural que suele ir acompañado de síntomas como sofocos,
sudoración nocturna, dolor articular, cambios de ánimo, entre otros síntomas. Estos efectos,
asociados a la disminución en los niveles de estrógenos, adquieren hoy una nueva relevancia
considerando que la esperanza de vida femenina supera los 80 años en Chile.
Uno de los cambios fisiológicos más significativos es la aceleración en la pérdida de densidad ósea.
Estudios indican que, con la ausencia de estrógenos, una mujer puede perder hasta un 20% de su
masa ósea en los primeros cinco años postmenopáusicos. A esto se suma la pérdida progresiva de
masa muscular, conocida como sarcopenia, que comienza a los 40 años.
Según Rodrigo Macaya, ginecólogo de Clínica Meds y asesor de la cadena de gimnasios Sportlife,
existe una relación directa entre masa muscular y salud ósea. “Los músculos ejercen tracción
sobre los huesos, ayudando a mantener su estructura. En personas sedentarias o inmovilizadas, la
pérdida de masa muscular conduce rápidamente a la aparición de osteoporosis”, explica.
Frente a este escenario, enfatiza que el ejercicio de fuerza no es solo recomendable, sino esencial
para mujeres que están viviendo este proceso. Para ello, recomienda realizar entrenamiento con
pesas al menos tres o cuatro veces por semana y agrega que esta rutina debe integrarse como un
hábito de autocuidado cotidiano, equiparable a la alimentación saludable o la higiene personal.
“No importa el cansancio o la falta de ganas, el ejercicio debe formar parte de la rutina diaria.
Excusas como ‘no tengo tiempo’ o ‘no es lo mío’ deben ser reemplazadas por una comprensión
clara de sus beneficios y la responsabilidad con la propia salud”, sostiene Macaya.
Adicionalmente, recomienda tener una dieta equilibrada, rica en calcio y vitamina D. Además,
aconseja evitar el consumo de tabaco y considerar la terapia hormonal sustitutiva bajo evaluación
médica, ya que puede reducir algunos de los síntomas propios de la menopausia y prevenir
enfermedades como la diabetes tipo 2, Alzheimer, cáncer de colon y daños cardiovasculares.
“Promover una cultura de prevención activa y consciente es clave para mejorar la calidad de vida
de las mujeres que atraviesan la menopausia. Hoy, el desafío no solo es vivir más años, sino
vivirlos con salud, autonomía y bienestar”, comentó Rodrigo Macaya.